MÁLAGA
Medirán el nivel acústico en los pisos de El Romeral para buscar soluciones al ruido de los bares
Técnicos municipales también analizará los toldos utilizados por los locales para conocer qué modelos absorben más el sonido
30.07.13 - 00:56 -
El Ayuntamiento ya trabaja sobre el terreno para encontrar
soluciones al problema del ruido generado por los bares de El Romeral.
Después de presentar el proyecto Plutarco, que planteaba la instalación
de pérgolas para reducir la contaminación acústica –que consideran algo
irrealizable en la época actual–, han anunciado que van a realizar
mediciones en las viviendas afectadas para conocer el alcance real de la
problemática.
El concejal de Medio Ambiente, Raúl Jiménez, explica que
quieren tomar datos tanto en el interior de las viviendas, como en las
terrazas de los locales, para poner sobre la mesa las diferentes
casuísticas. En concreto, quieren analizar el bullicio generado por
locales que cuentan con varios tipos de toldo para conocer qué modelos
absorben mejor el sonido y tomarlo como ejemplo a seguir.
«Hemos pedido a los vecinos que nos señalen cuáles son los
sitios más conflictivos para que los técnicos puedan tomar medidas en el
interior de las viviendas», señala. Así, reseña que se encuentran a la
espera de recibir ese listado para ponerse manos a la obra cara a
encontrar una solución definitiva. «Pensamos que se podrían instalar
toldos fonoabsorbentes o moquetas en el suelo; las pérgolas no están
permitidas por la ordenanza y requerirían un coste económico más
elevado», dice.
Barrio residencial
El edil asegura que se están tomando «muy en serio» el
asunto en esta zona de la capital porque los negocios de restauración se
han extendido muy rápidamente y en un área muy concreta. «El problema
es la aglutinación, porque cada vez va a más y El Romeral no deja de ser
un barrio residencial». «Son cuatro calles muy largas y con muchos
negocios –añade–, por lo que es indudable que hay que hacer algo».
Los vecinos se muestran algo más escépticos sobre las
soluciones que se puedan tomar en el barrio y demandan un aumento
inmediato de la vigilancia. Entienden que los negocios solo controlan el
ruido cuando acuden los agentes a levantar actas y denuncian que ahora
en verano el bullicio se multiplica.
Romualdo Núñez, presidente de la asociación de vecinos,
considera que el problema se agrava porque los negocios montan más mesas
y sillas de las autorizadas. «Algunos locales llenan toda la calle sin
ningún pudor, hasta el punto de que es complicado atravesarlas con un
carrito de bebé». Sostiene que si los negocios respetasen los metros
asignados «el jaleo disminuiría y mejoraría bastante el problema».
En el mismo sentido se manifiesta Miguel Ángel Gil, del
colectivo El Romeral Contra el Ruido. Este vecino asegura que es raro el
día que no tienen que llamar a la policía. Tanto que incluso llevan
meses con unas pancartas colgadas de sus ventanas informando sobre su
sufrimiento. «La policía viene y bajan la música un rato, pero al
momento la vuelven a subir», se queja.
Forenses analizan las lesiones de vecinos que denunciaron el ruido
Los vecinos que denunciaron por vía judicial a un local al
considerarle causantes de sus problemas de salud siguen en su batalla
contra los efectos del ocio nocturno. Los cuatro propietarios de un
bloque de la avenida Plutarco ya han sido llamados por los médicos
forenses para conocer de primera mano cuáles son las molestias y
enfermedades que sufren.
Virginia Martín, presidenta de la asociación El Romeral
Contra el Ruido, y una de las denunciantes, explica que los afectados
sufren problemas de insomnio crónico, ansiedad y estrés como
consecuencia de no poder dormir por las noches. Dice que se encuentran
en la fase de instrucción y pendientes de que el juez determine a qué
persona se debe imputar. «Lo único claro es que así no podemos seguir»,
sentencia.
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