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martes, 14/10/14 - 13:15
El Juzgado de lo Penal número 1 de San Sebastián ha condenado a un hombre a una pena de 16 meses y medio de prisión por un delito contra el medio ambiente en concurso con otro de lesiones, con los atenuantes de toxicomanía y reparación del daño, por "perturbar la paz" de sus vecinos en la localidad guipuzcoana de Irún, llegando a causar trastorno adaptativo con ansiedad a una de ellas.
SAN SEBASTIÁN, 14 (EUROPA PRESS)
El Juzgado de lo Penal número 1 de San Sebastián ha condenado a un hombre a una pena de 16 meses y medio de prisión por un delito contra el medio ambiente en concurso con otro de lesiones, con los atenuantes de toxicomanía y reparación del daño, por "perturbar la paz" de sus vecinos en la localidad guipuzcoana de Irún, llegando a causar trastorno adaptativo con ansiedad a una de ellas.
En la sentencia, fechada el pasado 25 de septiembre, la magistrada Almudena Ovejero condena también a E.G.E. a pagar las costas, a indemnizar con 10.000 euros a esa vecina y con 5.000 euros al esposo de ésta y se le prohíbe acercarse a menos de cien metros de su domicilio en la calle Aduana de Irún durante un periodo de cinco años.
Además, se le impone una pena de 14 meses de prisión e inhabilitación especial para el ejercicio del derecho de sufragio pasivo por el mismo plazo por un delito contra el medio ambiente con atenuante de toxicomanía y de reparación del daño, y a otros dos meses y medio decárcel e inhabilitación para el derecho de sufragio por el mismo plazo, por un delito de lesiones concurriendo las mismas atenuantes.
También se le condena a una pena de 15 días de multa con una cuota diaria de seis euros. Contra la resolución, declarada firme, en el juicio por haberla consentido las partes no se dará recurso de carácter ordinario.
"PORTAZOS Y GOLPES"
El ahora condenado comenzó a vivir en 2009 en un domicilio de la calle Aduana de Irún donde "realizaba actividades notoriamente molestas para los restantes vecinos", en especial para una pareja que "soportó durante dos años los constantes portazos y golpes que el acusado daba en el mobiliario de su casa a cualquier hora del día y de la noche", así como la música "a elevado volumen" que ponía "a cualquier hora del día" con "la evidente intención de perturbar la paz de sus vecinos". A ello se sumaban "constantes insultos" contra los mismos.
El ahora condenado fue objeto de sanción por agentes de la policía local de Irún "en numerosas ocasiones" y se levantó acta de medición de ruidos en su domicilio con fecha 11 de junio de 2011 a las 09.00 horas que "superaba la ordenanza municipal de ruidos y vibraciones" de la localidad.
En la sentencia se recoge que "como consecuencia del elevado nivel de ruido que de forma constante provenía del domicilio del acusado" una de sus vecinas sufrió "trastorno adaptativo con ansiedad requiriendo tratamiento médico".
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