Teresa García
Vecinos de la calle Luis Morote se están viendo obligados los fines de
semana a pedir escolta a la Policía Local para poder entrar con el coche
en los garajes de sus casas. Así lo denuncian en una carta enviada ayer
a la concejala de Ciudad de Mar, Mimi González, a la que reclaman que
el Gobierno municipal de la capital grancanaria tome cartas en el asunto
y acabe con el "vandalismo y las peleas y escandaleras" que se producen
en el tramo de la calle más cercano a Las Canteras durante los fines de
semana.
Los residentes aseguran que lo peor no son los ruidos de los jóvenes que se agolpan en la calle a hacer botellón en torno a una discoteca. "Lo peor son las amenazas y los actos vandálicos. Los últimos tres fines de semana hemos tenido que pedir ayuda a la policía para que se aparten y nos dejen pasar. Hay tal tumulto de gente, que tocamos la pita y no se mueve nadie. Se ponen en la puerta del garaje, están soplados de todo tipo de cosas y cuando tú vuelves a tu casa, sobre la medianoche, les tienes que pedir permiso para entrar. Este pasado fin de semana nos encontramos con cuatro mataos que nos amenazaron cuando llegamos y al día siguiente nos encontramos con la luna del garaje rota", explican. Atribuyen las aglomeraciones a la presencia de una discoteca en la zona que ha cambiado varias veces de nombre durante los últimos veinte años y en otras tantas ocasiones ha sido clausurada.
"Hemos convertido una zona residencial en un área de botellón", se queja uno de los vecinos, quien plantea la necesidad de una intervención policial que sancione a los que están en la calle. Otros residentes se están planteando reclamar un cambio en el Plan General de Ordenación para impedir que se puedan instalar discotecas en la calle.
Los locales y viviendas de la zona, añaden, están siendo víctimas de actos vandálicos. "A la Casa Suecia ya le han roto una luna y el cristal de la puerta de mi casa ya lo han rajado seis veces. Entran en el zaguán y hacen sus necesidades. Muchos edificios han tenido que blindar las entradas. Desde que empieza el buen tiempo, vuelven las aglomeraciones. Las multas de la policía a los pibes hace unos meses dieron resultado, porque la cosa se pacificó un poco, pero desde que bajan la guardia, vuelve el azote". En esta calle, denuncian, "hemos visto de todo, hasta carreras de moto haciendo el caballito en dirección contraria; apuñalamientos, peleas, menores bebiendo en la calle. Esto es insoportable".
Otros damnificados de las escandaleras son los apartamentos y hoteles de la zona, como el Concorde o el Marsín Playa, que tienen que aguantar las quejas de los clientes o devolverles el dinero, cuando se marchan a otro lado.
Roberto Góiriz, portavoz de la plataforma en Defensa de Las Canteras y su entorno, advierte que la Policía Local debe intensificar su actuación. "Las medidas policiales han dado su fruto en calles como Sargento Llagas, Mariana Pineda y, no tanto, en Grau Bassas, que se está convirtiendo otra vez, con Luis Morote, en un foco de algaradas durante los fines de semana". La plataforma va a solicitar una reunión al concejal de Medio Ambiente y Movilidad, Ángel Sabroso, para hacerle llegar las quejas de los vecinos de Luis Morote y reclamarles una actuación
Los residentes aseguran que lo peor no son los ruidos de los jóvenes que se agolpan en la calle a hacer botellón en torno a una discoteca. "Lo peor son las amenazas y los actos vandálicos. Los últimos tres fines de semana hemos tenido que pedir ayuda a la policía para que se aparten y nos dejen pasar. Hay tal tumulto de gente, que tocamos la pita y no se mueve nadie. Se ponen en la puerta del garaje, están soplados de todo tipo de cosas y cuando tú vuelves a tu casa, sobre la medianoche, les tienes que pedir permiso para entrar. Este pasado fin de semana nos encontramos con cuatro mataos que nos amenazaron cuando llegamos y al día siguiente nos encontramos con la luna del garaje rota", explican. Atribuyen las aglomeraciones a la presencia de una discoteca en la zona que ha cambiado varias veces de nombre durante los últimos veinte años y en otras tantas ocasiones ha sido clausurada.
"Hemos convertido una zona residencial en un área de botellón", se queja uno de los vecinos, quien plantea la necesidad de una intervención policial que sancione a los que están en la calle. Otros residentes se están planteando reclamar un cambio en el Plan General de Ordenación para impedir que se puedan instalar discotecas en la calle.
Los locales y viviendas de la zona, añaden, están siendo víctimas de actos vandálicos. "A la Casa Suecia ya le han roto una luna y el cristal de la puerta de mi casa ya lo han rajado seis veces. Entran en el zaguán y hacen sus necesidades. Muchos edificios han tenido que blindar las entradas. Desde que empieza el buen tiempo, vuelven las aglomeraciones. Las multas de la policía a los pibes hace unos meses dieron resultado, porque la cosa se pacificó un poco, pero desde que bajan la guardia, vuelve el azote". En esta calle, denuncian, "hemos visto de todo, hasta carreras de moto haciendo el caballito en dirección contraria; apuñalamientos, peleas, menores bebiendo en la calle. Esto es insoportable".
Otros damnificados de las escandaleras son los apartamentos y hoteles de la zona, como el Concorde o el Marsín Playa, que tienen que aguantar las quejas de los clientes o devolverles el dinero, cuando se marchan a otro lado.
Roberto Góiriz, portavoz de la plataforma en Defensa de Las Canteras y su entorno, advierte que la Policía Local debe intensificar su actuación. "Las medidas policiales han dado su fruto en calles como Sargento Llagas, Mariana Pineda y, no tanto, en Grau Bassas, que se está convirtiendo otra vez, con Luis Morote, en un foco de algaradas durante los fines de semana". La plataforma va a solicitar una reunión al concejal de Medio Ambiente y Movilidad, Ángel Sabroso, para hacerle llegar las quejas de los vecinos de Luis Morote y reclamarles una actuación
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