- Se considera que local molestaba a los vecinos por olores y ruidos
- El Ayuntamiento tenía conocimiento de estas quejas, según el tribunal
El Ayuntamiento de Silla deberá indemnizar a dos vecinos con 36.911 euros
por las molestias que les ocasionó el casal de la falla del Mercat Nou
durante ocho años, tiempo en el que el Consistorio permitió que
ejerciera actividad sin tener licencia.
Así lo ha confirmado este miércoles el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana en una sentencia que rechaza el recurso interpuesto por el Ayuntamiento, que también conocía la defectuosa insonorización de local.
Según explica la resolución, ha quedado acreditado que el casal desarrolló su actividad social entre enero de 2001 y agosto de 2009 provocando molestias a los vecinos por olores y ruidos.
Los propios informes emitidos por los técnicos municipales para decretar su cierre revelan que el Ayuntamiento tenía conocimiento de estas molestias y que consintió que el casal mantuviera su actividad pese a no tener licencia.
El Tribunal entiende que estos hechos suponen un "funcionamiento anormal" de los servicios municipales, que permitieron que se prolongaran las actividades molestas y no hicieron "nada" para remediarlas, y condena al Ayuntamiento a pagar una indemnización de 36.911 euros a los dos vecinos.
Así lo ha confirmado este miércoles el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana en una sentencia que rechaza el recurso interpuesto por el Ayuntamiento, que también conocía la defectuosa insonorización de local.
Según explica la resolución, ha quedado acreditado que el casal desarrolló su actividad social entre enero de 2001 y agosto de 2009 provocando molestias a los vecinos por olores y ruidos.
Los propios informes emitidos por los técnicos municipales para decretar su cierre revelan que el Ayuntamiento tenía conocimiento de estas molestias y que consintió que el casal mantuviera su actividad pese a no tener licencia.
El Tribunal entiende que estos hechos suponen un "funcionamiento anormal" de los servicios municipales, que permitieron que se prolongaran las actividades molestas y no hicieron "nada" para remediarlas, y condena al Ayuntamiento a pagar una indemnización de 36.911 euros a los dos vecinos.
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